Este emplazamiento urbano fue construido entre 1895 y la primera década del siglo XX. Actualmente sabemos que estuvo destinado a operar como hacienda de beneficio de minerales, siendo el último ingenio minero en establecerse sobre los márgenes del Río de las Avenidas. Durante sus primeras décadas, su origen industrial estuvo justificado al atender a pequeñas empresas extractivas y mineros con austera producción. Paulatinamente evolucionó su función hasta la década de los años treinta del siglo anterior, cuando Pachuca cambió su vocación económica por la caída mundial del precio de la plata, entre otros factores. Este sitio también fue utilizado como almacén de insumos industriales, establo, vivienda temporal para mineros inmigrantes, espacio deportivo y finalmente educativo. Alojó entre las décadas de los años sesenta e inicio de la década de los noventas, a la secundaria y preparatoria José Ibarra Olivares. Desde 1994, es ocupado y preservado por la Universidad La Salle Pachuca como espacio administrativo y educativo.